El fríjol prospera en climas fríos y cálidos, tiene variedades trepadoras y enanas. Se cultiva en suelos no muy salinos, con índice medio de lluvias.
Se cultiva en lugares donde el calor del sol llegue al tallo de la planta.
El producto comestible es el grano seco de esta planta, que puede permanecer en buen estado durante mucho tiempo, si se mantiene en recipientes cerrados y en lugares sin humedad.
Para su preparación, se desechan manualmente los granos dañados, y se lava el resto con agua potable para eliminar cualquier piedrecilla, polvo o paja que pueda haber quedado del proceso de recolección. Para que el grano se ablande bien durante la cocción es recomendable realizar el proceso por la noche, y dejar el grano sumergido en agua limpia durante toda la noche, a temperatura ambiente. El proceso es más efectivo si se le añade una cucharadita de bicarbonato por cada kilogramo de grano. El agua en que permanece debe ser desechada, y el grano lavado de nuevo con agua potable.
En el frijol existen algunos factores tóxicos pero esa toxicidad sólo se presenta cuando están crudos, ya que con la cocción se destruyen estos factores. Producen flatulencia.
(08/08/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario